El 2020 no ha sido un año perdido para todos. Mientras que la mayoría de las economías del mundo hacen frente a nuevos parones, recesiones y despidos ante el redoble del coronavirus, China anunció ayer que su producto interior bruto creció un 2,3% en ese año aciago. Se trata de la cifra más baja desde la contracción registrada tras el final de la Revolución Cultural (1976), pero le permite al gigante asiático cerrar el ejercicio como la única gran economía mundial en expandirse durante la pandemia.