A Yunkai Shen no se le da bien la lotería. Como ciudadano de Pekín, participa en el juego desde hace cuatro años con la esperanza de poder ganarse el premio mayor: la posibilidad de comprarse un carro. La ciudad implementó el sistema de lotería para otorgar placas vehiculares desde 2011, como medida para restringir la circulación de automóviles en sus vías. Las posibilidades de ganar son cada vez menores, pasaron de representar el 6% en febrero de 2011, al 0,2% en febrero de este año. Si Shen quisiera comprar su coche en Shanghái tampoco la tendría fácil, entraría a participar en las subastas en línea que organizan las autoridades. El premio al mayor postor es el mismo: una placa para circular.