La ciudad china de Qingdao acaba de estrenar un parking inteligente, con el que soñarán aquellos conductores que detestan realizar maniobras de aparcamiento en espacios cerrados. Se trata de unas instalaciones totalmente automatizadas, en las que el automovilista solo debe introducir el vehículo en una especie de ascensor. Una vez colocado, tiene que apearse del coche, salir del elevador y confirmar la orden de estacionamiento.