La estrategia china “Made in China 2025” es un plan económico ligado a la industria de este país. En concreto, se trata de realizar una reestructuración macroeconómica que cambie el foco de la producción. De esta forma, se pasaría de la manufacturación en mucha cantidad de productos baratos a la calidad de la producción tecnológica.

Los objetivos económicos de la estrategia china “Made in China 2025” se basan en la necesidad de sostener la hegemonía industrial a nivel global. La competencia con Alemania, Estados Unidos y Japón, estaba comenzando a quitar el primer puesto en el mercado al país de la Gran Muralla.

No es sencillo ser la fábrica del mundo sin que la región resulte devastada a nivel ambiental; los grupos ambientalistas chinos presionan para detener la polución y los tóxicos. La puja con la clase trabajadora, que reclama mejoras en salarios y calidad de vida, es otro factor que pone en peligro las millonarias ganancias de la industria de productos masivos de baja gama.

El plan con vistas a 10 años de la estrategia china “Made in China 2025” especula con objetos de valor añadido. Los trenes de alta velocidad, la informática, la robótica y la biomedicina son algunas de las industrias por las que se apuesta.

Por otra parte, el país se encuentra con dificultades concretas para realizar su plan. Estados Unidos ha denunciado a China por el robo de patentes de tecnología. Como represalia, la potencia norteamericana ha dado a conocer un listado con alrededor de 900 productos chinos que sufrirán aranceles de importación.

La respuesta inmediata de China es que la soja procedente de Estados Unidos verá aumentados sus aranceles de importación, lo mismo que otros productos del sector aeronaval. Con ello, queda demostrado que las grandes potencias económicas mundiales no están dispuestas a ceder lo más mínimo en sus ganancias.

Datos concretos sobre la estrategia china “Made in China 2025”

El plan de las autoridades chinas se hizo público en 2015, pensando como plan para diez años. Son 10 los sectores industriales chinos sobre los que se hace la apuesta: las aeronaves, el equipo ferroviario, la tecnología informática avanzada, el transporte con energías renovables, la maquinaria agrícola, el equipo ferroviario avanzado, productos farmacéuticos, buques marítimos, materiales novedosos para la industria y la nueva energía. 

Según algunos expertos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, la estrategia macroeconómica china se inspira en el plan “Industria 4.0” alemán. El concepto básico es mejorar la fabricación de productos, aprovechando al máximo los recursos tecnológicos e incluyendo las energías sostenibles.

Uno de los objetivos a largo plazo de la potencia oriental es dejar de depender de las tecnologías importadas. De hecho, la meta es reducir a un máximo de 30% estas importaciones; no un es secreto que China busca liderar en el plano económico y de modo absoluto por encima de los demás países.

Con cierta preocupación, Japón, Estados Unidos y Alemania observan las maniobras chinas. Algunas actitudes, como la compra masiva de empresas extranjeras, hace pensar en el tambaleo del actual equilibrio comercial internacional. La llamada “transferencia forzada de tecnología” es otro método de adquirir conocimientos tecnológicos, obligando a las empresas estadounidenses radicadas en China a revelar información tecnológica relevante. Lo cierto es que China está realizando inversiones multimillonarias para lograr su objetivo bien definido: liderar el mundo de los negocios internacionales, con productos de una probada calidad tecnológica.

Equipo EurochinaBridge.com