La ciudad china de Qingdao acaba de estrenar un parking inteligente, con el que soñarán aquellos conductores que detestan realizar maniobras de aparcamiento en espacios cerrados. Se trata de unas instalaciones totalmente automatizadas, en las que el automovilista solo debe introducir el vehículo en una especie de ascensor. Una vez colocado, tiene que apearse del coche, salir del elevador y confirmar la orden de estacionamiento.
A partir de este momento, el sistema de encarga de todo lo demás. El vehículo se desplaza sobre plataformas móviles por la estructura interior del edificio hasta alanzar el hueco asignado, donde permanecerá aparcado hasta que su propietario regrese a recogerlo.
Para recuperar el coche, el usuario tan solo debe escanear el código QR impreso en el recibo obtenido en el momento en el que ha dejado su automóvil. Una vez la máquina realiza la lectura del ticket, se pone en marcha de nuevo el sistema para hacer el recorrido inverso. El cliente solo deberá entrar en el ascensor para montarse en el habitáculo y comenzar la marcha hacia su nuevo destino.
Este tipo de parkings, también introducidos en otras ciudades del mundo, resultan prácticos porque evitan tener que dar vueltas por las distintas plantas del garaje en busca de una plaza libre. Asimismo, ponen fin a los daños provocados en la carrocería del automóvil durante las maniobras de estacionamiento, por ejemplo, al rozar una columna.
De todos modos, no es necesario acudir a aparcamientos automatizados para ahorrarse la maniobra. Actualmente, numerosos vehículos equipan, ya sea de serie o en opción, asistentes de aparcamiento que facilitan la operación. Mientras unos necesitan de la presencia del conductor al volante, los más sofisticados realizan la maniobra de forma totalmente autónoma, sin nadie en su interior.
Tal es el caso del BMW Serie 5, que permite su estacionamiento remoto. Mediante la llave inteligente BMW Display Key, y gracias a los sensores del vehículo, el conductor puede hacer entrar o salir el coche en una plaza de garaje sin estar sentado dentro del coche. Esta posibilidad de aparcamiento a distancia resulta ideal cuando el espacio es muy reducido y puede dificultar la apertura de la puerta del conductor.
Periódico Digital El País