Las tecnologías cuánticas nos deparan emociones fuertes. De eso no cabe ninguna duda. En octubre de 2019 Google aseguró haber alcanzado la supremacía cuántica debido a que uno de sus equipos de investigación había logrado resolver con un ordenador cuántico en tan solo 200 segundos un problema que a un superordenador clásico le habría llevado 10.000 años. Meses después este hito sigue siendo discutido por algunos investigadores de la competencia, pero lo realmente interesante es que pone sobre la mesa el enorme potencial que tiene no solo la computación cuántica en particular, sino las tecnologías cuánticas en general.